Desde la
mañana del miércoles que llegó a esta ciudad el muy querido Padre Rafael C.
Castellanos, hasta la tarde de ayer que partió para Santiago de Cuba, no ha
cesado tan virtuoso sacerdote de recibir manifestaciones de simpatía y de
respeto de todos los elementos sociales de Holguín.
A las ocho
de la noche del jueves se vio invadido el hospedaje del P. Castellanos por
infinidad de señoras, señoritas, caballeros y niñois que fueron a demostrarle
una vez más el cariño que Holguín le profesa. En esos momentos llegó la
orquesta que dirige el Sr. José María Ochoa, entonando el himno dominicano, La Bayamesa y algunas otras
piezas de su repertorio.
La numerosa
concurrencia fue galantemente obsequiada con finos dulces y licores, recibiendo
todo género de atenciones así del P. Castellanos como de la apreciable familia
Hechavarría.
En el
momento de despedirse los concurrentes, el P. Castellanos, con frases galanas,
dio las gracias a todos y dijo, entre otras cosas, que su cuerpo partía para
Santo Domingo y su corazón se quedaba en este Holguín para él tan querido y del
que tantas muestras de afecto había recibido.
A las once
de la noche se llevó a cabo otro acto no menos simpático: la serena por la
popular orquesta del Sr. Manuel Avilés, la cual, por haber tenido el compromiso
de tocar en la función que se celebraba en el teatro, no pudo concurrir a las
primeras horas con la del Sr. Ochoa.
Los actos
realizados por el pueblo de Holguín en pro del P. Castellanos demuestran la
popularidad que goza el referido sacerdote, puesto que jamás se han visto
demostraciones como estas a ningún ministro de la iglesia.
Ayer a las
cinco de la tarde abandonó el ilustre dominicano la ciudad del Marañón,
partiendo para Santiago, desde donde seguirá rumbo a la hospitalaria República,
su patria. Allí le espera el cariño de su amantísima madre y demás familiares.
El P.
Castellanos ocupará bien la secretaría del Arzobispado o el curato y vicaría de
Puerto Plata, puestos importantes que le tiene ofrecido el Prelado que rige los
destinos de la iglesia católica de Santo Domingo.
El Eco de Holguín, 05.05.1907
No hay comentarios:
Publicar un comentario