De una
carta particular extraemos a grandes rasgos los puntos principales que se
propone tratar en la
Convención el General Carlos García Vélez, que cuenta con
votos de electores de Tunas, Puerto Padre, Holguín, Gibara, Baracoa, Jiguaní y
Manzanillo.
“Para mí el principal objetivo del Diputado en la Convención deberá ser el recabar con habilidad y energía los principios de nuestra Revolución. La soberanía absoluta interior y exterior. La descentralización administrativa junto con la autonomía de los Municipios. La implantación de reformas arancelarias mediante tratados con los Estados Unidos, pues sin este factor esenciadísimo no puede haber desenvolvimiento provechoso en la Isla que depende de la tarifa que se aplique a sus productos en los Estados Unidos.“La renovación de las actividades de la industria y del comercio con la protección decidida del Gobierno ha de traer la prosperidad de Cuba. Los créditos hipotecarios favorecen a los propietarios arruinados y la supresión de la Ley Foraker traerá al país capitales extranjeros para el desarrollo de empresas. Implantación de leyes de emigración española para aumentar el número de braceros. Activar la producción azucarera para hacer imposible la entrada en los Estados Unidos de los azucares europeos. La reducción arancelaria de un 20 % daría a nuestros azúcares una ventaja sobre aquellos de 60 a 80 centavos.“En cuanto a la forma de gobierno que ha de tener la República, es punto más que difícil de resolver a priori puesto que prevalecerá el criterio de la mayoría sensata y seria de la Convención. Los extremadamente radicales y los demagogos deberán ser excluídos de la Convención. Allí hay que ir con las artes de la inteligencia para poder triunfar no con amenazas y denuestos de oratoria callejera. Desde luego que la personalidad de nuestro pueblo, la soberanía absoluta en los asuntos de dentro y de fuera es primordial condición que debemos conservar a toda costa pero procediendo, para conseguirlo, con la habilidad del débil contra el poderoso, sin que esto signifique rebajamiento en lo más mínimo de nuestros derechos sagrados de cubanos que hemos jurado morir antes que ser esclavos. Otro punto que hay que tener a la vista es si la República ha de ser representativa o parlamentaria. Si adoptamos la primera y vamos en derechura al caudillaje con todos sus horrorosas enseñanzas. Si la Parlamentaria, chocaremos con los inconvenientes harto conocidos del sistema desacreditado de adversos (INTELIGIBLE)”.
En el
manifiesto cuyas líneas gratas van descritas a la ligera el General Carlos
García Vélez hace un ofrecimiento de honor a los Revolucionarios que cumplirá
por encima de todos los inconvenientes y abogar por la paga del Ejército.
Asimismo el General, que desde que la guerra terminó dedica todas sus energías
al estudio de los problemas que a nuestra patria afectan directa o
indirectamente, tiene la fe de sus convicciones y la energía suficiente para
llevar la difícil misión de Representante con honradez y patriotismo
inquebrantables.
El Eco de Holguín. 08.09.1900
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