Carta de
Enrique José Varona al Presidente del Partido Republicano de Camaguey, General
M. Ramos.
“Desean Ustedes que represente a nuestro pueblo en la Convención Nacional. Más de un mes ha que me escribieron proponiéndomelo muchos respetables compatriotas, entre los que también estaba usted. Le contesté excusándome y ofreciéndoles escribirle más por extenso. Insisten ustedes ahora, y ha llegado la ocasión de exponerles mis puntos de vista.“(…) podemos aspirar a mucho, porque está en la conveniencia del pueblo americano y dentro de sus prácticas y principios no oponernos obstáculos en nuestra constitución interna, pero en lo que pudiera llamarse nuestro estatus internacional, lo más que podemos llegar es a una situación parecida a la de Bélgica. Parecida, no igual, porque la neutralidad de Bélgica está garantida por la poderación de fuerzas entre las potencias dignatarias del tratado de Londres de 16 de abril de 1839; mientras que la nuestra solo estaría respaldada por la única potencia americana que cuenta en el mundo, y sería por tanto, no de un equilibrio, que hace desaparecer la subordinación, sino de una enorme fuerza preponderante.“Ignoro como llegarán nuestros legisladores a dar forma legal y plena a su estado de derecho; pero solo se que si no encuentran la fórmula y se obstinan en pretender que en las relaciones internacionales de Cuba, cualquiera que sea su índole, nada tenga que decir el gobierno de Washington, iremos a dar contra un muro infranqueable y podremos encontrarnos por muchos años en la posición de las provincias otomanas que Austria-Hungría administra y ocupa militarmente.“Así veo yo nuestra situación; y así la ven otros muchos cubanos, pero son contados los que se atreven a decirlo, mientras que son innumerables los empelados en engañarse y en engañar a los demás diciéndoles que hemos conquistado la independencia”.
El Eco de Holguín. 19.09.1900
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