EL ORIENTAL
PERIODICO LITERARIO, MERCANTIL, ECONOMICO Y DE NOTICIAS
HOLGUIN 23 de enero de 1863
Año 1. No. 54
(NADA MAS SE CONSERVA UNA PAGINA DEL NÚMERO)
(Concluye)
¡Cuando un pabellón extranjero ondea en el punto más saliente de nuestro litoral! ¡Cuando desde ese mismo punto y de la manera más irritante, un cañonazo ha echado a pique hace pocos años a un buque de guerra nuestro!
¡Y qué cuando todo eso lo sabe todo el mundo, y es la verdad, habrá español que tenga otra mira que la de recuperar a Gibraltar! ¿No se calcula que la posesión de Gibraltar equivale a recuperar nuestra importancia ante los demás pueblos?
Gibraltar y siempre Gibraltar, he aquí el punto a que deben concretarse las miras españolas. Pero ningún medio menos a propósito para ello, caso que pudiéramos intentarlo, que el de las armas. Pacíficos serían los que infaliblemente nos conducirían al objeto.
En primer lugar iríamos preparando la organización de nuestras colonias, de manera que antes de largo plazo se hallasen respecto a su metrópoli como el Canadá y la Australia respecto a la suya. Esto es, que prosperando ellas no perdiésemos, como perdemos ahora, por su causa, una gran parte de nuestra vitalidad. Liberalizaríamos todo cuanto fuera dable, los aranceles, puesto que el ser tan anti-liberales es la causa de que las aduanas de Portugal tengan una recaudación desproporcionada a la riqueza y a la población de aquel país, lo cual es demostración del gran contrabando que se introduce en el nuestro por las abiertas fronteras lusitanas. Y quitado este recurso al pequeño reino vecino, ¿con cuáles contaría para cubrir sus necesidades, mayores, aún hoy día, que sus rentas? ¿Acaso puede caber duda que una vez exiguos los productos de sus aduanas y con el comercio y trato mutuo entre ambas naciones, consecuencia de los caminos de hierro ya en construcción desde el centro de España al de Portugal, este, suponiendo tacto por parte de nuestros gobiernos, no acabaría por formar parte de la nación española? Y una vez las colonias en el pie que queda dicho y Portugal español, ¿cuántas no son las combinaciones que pueden hacerse, para que, sin disparar un tiro, el pabellón de Castilla vuelva a ondear sobre los muros de Gibraltar?
Resumiendo: Gibraltar debe ser el fin de todas nuestras aspiraciones y para ello debemos reconcentrar nuestras fuerzas, nuestra vida, en la Península: única manera de que Portugal forme parte de lo que está indicado por la naturaleza. Y una vez España del Pirineo al Fretum Herculanum (excepto la extremidad meridional de la Península), y del Mediterráneo al Océano, esa excepción desaparecería porque nada puede ya resistir a las legítimas aspiraciones de un gran pueblo.
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