Una oferta original.

Nuestro ex correligionario, el Sr. Armando Feria, aspirante a Alcalde de Holguín por ¡cuatro partidos!, propone a nuestro Alcalde, a nuestro querido Alcalde Miguel Ignacio Aguilera, liberal que no se raja, ceder a beneficio del Municipio los sueldos que devengue como alcalde.

Probablemente el Sr. Aguilera no contestará a la carta de su pariente, precisamente por serlo, y además porque la memoria de los muertos no debe removerse ni mezclarse en cuestiones electorales.

A nosotros nos ha hecho mucha gracia ese desafío. Es lo mismo que si nosotros desafiáramos al Sr. Feria a ceder en beneficio de Holguín el sueldo mensual que hubiésemos de disfrutar como Papa o como emperador de Rusia.

Como es tan imposible que el Sr. Armando de Feria llegue a Alcalde de Holguín como nosotros a Papa o Emperador, bien puede ofrecer los sueldos que no ha de disfrutar a beneficio de cualquier cosa. Eso es el colmo de la candidez, y lo mismo podría haber ofrecido los millones de Roschild.

Pero supongamos por un momento, aunque la suposición sea imposible, que el Sr. Armando de Feria llegue a Alcalde de Holguín, (Dios nos libre de tal cosa). Pero no importa, aceptemos que sale alcalde por los ¡cuatro partidos!... ¿qué particular tendría que el Sr. Armando de Feria cediera su sueldo a beneficio del Municipio o para fomentar un conuco en el Parque García, cuando él es un hombre muy rico, un hacendado, el dueño de Las Calabazas.

¿Qué le importaría a él gastar esos 100.00 pesos de sus sueldos, si gasta mucho más por darse el gusto de verse retratado. En cliché, con cara de pocos amigos, y para que le llamen los que le adulan: “el guajiro de Las Calabazas”?

Nuestro amigo Miguel I. Aguilera no podría hacer semejante derroche. Todo el mundo sabe que siempre ha sido un modesto empleado del Ayuntamiento, que vive en un hogar humilde, que es pobre, que vive modestamente del sueldo que como alcalde disfruta y que necesita para su representación oficial y política, y que por esas cualidades que en él concurren, volverá a ser Alcalde, ganando un sueldo que necesita para sus hijos, porque no vive de rentas como el Sr. Armando de Feria ni tiene botellas de Menocal.

Por esto es que nos ha hecho mucha gracia el desafío del fracasado político, porque eso de ofrecer los sueldos que nunca ha de disfrutar es, ya lo hemos dicho, como si nosotros ofreciésemos nuestro sueldo como Presidentes de la China. Lo mismito.

¡Que ocurrencias tan ocurrentes se le ocurren al primo de su primo!

¡Y qué talento tiene en la cayuca el que traduce y redacta sus pensamientos…!

La Razón, 04.09.1916