El
honorable marqués de Santa Lucía, Sr. Salvador Cisneros Betancourt ha dicho en
el Senado que “preferiría no cobrar sus haberes como miembro del Ejército
Libertador a tener que percibirlos del producto de una lotería nacional”.
Está
probado, sin embargo, que son pocos los que combaten la lotería, y que de esos
pocos, unos lo hacen por sistema y otros por temor a la excomunión del
honorable Sr. Estrada Palma.
Y si se
lleva a cabo el empréstito de los 35 millones de pesos con la garantía del
impuesto sobre BEBIDAS, BARAJAS, etc, ¿rechazaría el Sr. Marqués sus haberes
como miembro del Ejército Libertador?
Mucho
tendríamos que hablar del asunto de loterías y rifas empleadas por los sufridos
patriotas cubanos del extranjero para organizar expediciones con destino a
Cuba.
No se
quiere la lotería nacional porque sería triste pagar los grandes servicios del
Ejército con el producto del juego y sin embargo se le trata de pagar con el
producto del vicio de los pobres y lo que es peor, a costa del pueblo obrero, sacrificado
con el antipático impuesto que rechazan todas las clases productoras del país.
El Eco de Holguín 11.11.1903
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