Murió don
Antonio Campins Borrego.
Un
repentino ataque cerebral más violento, más inesperado y más implacable que el
padecido hace pocas semanas, lo postró en cama a la hora del crepúsculo
vespertino y antes que llegara el nuevo día ya era cadáver.
Era comerciante
de ropa, miembro del Partido Conservador y Concejal. Le decían Tinito.
El
Ayuntamiento en señal de duelo, suspendió anoche la sesión de la Cámara Municipal.
[En su sepelio] hablaron sentidas frases el
Concejal Marino Angulo y el Presidente [del Ayuntamiento] Benjamín
Santiésteban.
La vacante
dejada por Campins le corresponde al Sr. José S. Betancourt.
El Correo de Oriente, 12.08.1913
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